La última milla, también conocida como distribución capilar, hace referencia al tipo de gestión de transporte de paquetería centrado en los últimos kilómetros que recorre un pedido hasta llegar a su destino. Esta fase se corresponde con el trayecto que se realiza una vez que se han agrupado una serie de paquetes, y que después se distribuirán por la ciudad hasta llegar a su destino.

Es por ello que se refiera a última milla, ya que se trata del último trayecto que lleva la mercancía o producto directamente al cliente final o distribución capilar, ya que una vez en la ciudad, los repartos se distribuyen por diferentes zonas o ramificaciones para agilizar la entrega.

El reto de la última milla en el transporte y la logística

En ecommerce, el reto de la última milla es doble. Por un lado, se necesita entregar el producto a la mayor brevedad posible para satisfacer al cliente. Y por otro, las tiendas online deben realizar una serie de ajustes en los costes, tanto de personal como en gasto de transporte, para rentabilizar al máximo el servicio.

Quizás este punto sea en el que más problemas pueden surgir para las empresas de logística y transporte, pues la última milla requiere una distribución pormenorizada, en la que se redistribuyen los paquetes en más vehículos, y durante la cual influyen otros factores externos, como el tráfico de la ciudad.

Por eso es tan importante para las empresas de transporte y logística, contar con los medios tecnológicos necesarios para optimizar ésta última milla, buscando las rutas más eficientes en función de factores como los atascos en tiempo real y sus alternativas posibles, así como imprevistos de calles cortadas y en obras que puedan suponer un problema a la hora de la entrega.

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